En la entrada anterior se vieron los niveles subjetivos y objetivos de conciencia. Ahora corresponde profundizar un poco en el estado de consciencia de ” vigilia” y en el estado de consciencia objetiva de si mismo, analizando sus semejanzas y diferencias.
En el estado de “vigilia” vemos que existe una realidad física, independiente de nosotros y en el estado de conciencia objetiva de si mismo vemos no solo la realidad física sino que percibimos la realidad interior como si fuera experimentada por una tercera persona. Esa tercera persona u observador imparcial corresponde a un nuevo YO ubicado en nuestro supraconsciente que esta por fuera y por encima de los centros mental, emocional y motor. La consciencia objetiva de si mismo, como función del centro mental superior, no solo percibe el mundo físico, sino percibe también el cuerpo astral o la “maquina sutil” o “robot Invisible” como si fuera un objeto externo.
En esta altura de la reflexión cabe preguntarse: Porque el nivel de consciencia objetiva de si mismo es superior al nivel de la conciencia de “vigilia”? Acaso no son ambos objetivos respecto a la realidad física? Para responder a las preguntas anteriores tenemos que distinguir la realidad ordinaria compuesta de objetos físicos y la realidad no ordinaria formada por seres y objetos sutiles.
En el estado de conciencia de “vigilia” somos objetivos respecto a lo físico, pero subjetivos en lo que se refiere a nuestro mundo interior y ello marca una diferencia sutil aunque fundamental
Esta realidad no ordinaria compuesta de objetos y cuerpos sutiles es rechazada o no es reconocida por la psicología experimental que suspende el juicio acerca de su existencia. Sería considerada como una paraestesia.
En el nivel de conciencia de “vigilia” nos identificamos con los “yoes” que surgen en los diferentes centros por las impresiones externas y por los estímulos interiores. Además esta identificación interior se mezcla con la imaginación al servicio de nuestros deseos y miedos conscientes e inconscientes.
Para ponerlo en términos metafóricos: Vemos el mundo físico, pero tenemos cierto grado de ceguera respecto a nuestro mundo sutil interno y ceguera total respecto al mundo sutil externo.
El remedio para esa situación viene con el trabajo para recordarse a si mismo y desidentificarse de las manifestaciones de los centros, de los deseos, y de la imaginación. El foco central para lograr los objetivos anteriores es que al mejorar nuestra memoria mejoramos nuestra ATENCIÓN.
Es una nueva y mejor atención la que nos permite percibir y discriminar en forma verdaderamente objetiva nuestro mundo sutil interno, diferenciándolo de la imaginación y de las falsas creencias.
Esa percepción objetiva tanto de lo físico externo como de lo sutil interno es a lo que se llama conciencia objetiva de si mismo. La consciencia objetiva de si mismo es una función del supraconsciente y en forma especifica del centro mental superior, ubicado en la parte superior del cuerpo astral. Este nivel de la psiquis también es ignorado o negado por la psicología experimental e incluso por el psicoanálisis, que solo reconoce el superego el consciente y el subconsciente.
En el superego apenas se graban en forma hipnótica las ordenes de la moral religiosa y de las buenas costumbres y no tiene nada que ver con el supraconsciente. El supraconsciente comprende el centro mental superior y el centro emocional superior en el Cuarto Camino. Todos lo tenemos pero no lo usamos y permanece apenas como una posibilidad muy valiosa.
[…] Que es la conciencia objetiva? (II) mayo, 2010 3 […]
Me gustaMe gusta
[…] al amor de dormidos. Para los interesados en saber que es la conciencia objetiva, los remito a otra entrada de este blog, que es de paso, una de las más […]
Me gustaMe gusta