Existe un libro escrito por Wayne W Dyer llamado “Tu yo Sagrado” que recomiendo leer a todos y que contiene muchas de las características que intento mostrar en este artículo. Sin embargo paso a dar mi versión acerca de este tema mucho mas influida por la enseñanza de Gurdjieff y del cuarto camino que a sido mi ruta de crecimiento espiritual por 38 años.
De acuerdo a las enseñanzas del 4º camino el hombre ordinario se encuentra dormido y en su sueño con los ojos abiertos se halla dominado por dos grandes factores: Sus deseos y sus miedos; ambos sembrados en su inconsciente. Cada uno de los deseos y de los miedos asociados a ellos da origen a un yo que se apodera transitoriamente de nuestra conciencia ordinaria y que muy frecuentemente establece obligaciones y suscribe contratos que pueden ser opuestos a los contratos que establezcan los yoes futuros que se verán forzados a cumplir muy a regañadientes.
En estas condiciones no podemos afirmar que tenemos un yo, único e indivisible que es el amo de nuestro ser. Eso es apenas una parte del sueño y de la mentira en que vivimos. Adicionalmente cada uno de esos yoes contiene una serie de hábitos y prejuicios en medio de los cuales se manifiesta. Muchas veces los hábitos despiertan deseos y miedos afines y al revés. generalmente a este nivel de ser los yoes son meramente reactivos a las condiciones externas de manera inconsciente. Por todo ello son los protagonistas y antagonistas del argumento de nuestra vida sonámbula.
El Yo Sagrado se encuentra muy lejos de nuestra vida y conciencia ordinarias. Reside en el supraconciente en un piso muy arriba del sótano oscuro en que se desenvuelve nuestra existencia.
Antes de que podamos realizar nuestro plan de desarrollo espiritual debemos ser conscientes de esa situación y no de una forma mental sino vital. Debemos sentir con todo el ser esta verdad y no sólo pensarla. Solo así podemos empezar a ejecutar nuestro proyecto de superación espiritual y ordenar ese lugar en donde vivimos, designando un yo Mayordomo que establezca unas funciones y categorías entre los distintos yoes y los subordina a cumplir las metas evolutivas.
Este Mayordomo, fruto de la incipiente conciencia objetiva de si mismo, deberá obedecer temporalmente a un Yo externo representado por un maestro ingeniero que le va a enseñar los nuevos materiales y la forma de amoblar y decorar la vivienda y le dirá como construir la escalera (Alma) que lo conecta con el piso superior donde lo espera el Yo Sagrado.
El Yo Sagrado es el verdadero dueño y amo de la casa y movido por el amor consciente que siente por el mayordomo se encargará de acabar el proyecto de reforma y mejora de nuestra casa para que podamos mudarnos a un piso y a un nivel superior de ser y de conciencia.
El Yo Sagrado nunca duerme ni descansa y divide su tiempo entre la contemplación del Absoluto y su apoyo a nuestro espíritu y a nuestra alma.